Atento a todas horas, todos los días, semanas y meses. Eso es lo que le pasa a un agricultor si quiere trabajar de forma tradicional. «Pero hay previsiones meteorológicas». Sí, que conllevarían que con cada cambio en la predicción el agricultor fuera a su campo y adaptase manualmente los mecanismos que tuviera para que su cultivo mantuviese en las condiciones óptimas. La automatización en la agricultura es clave y es el futuro
Automatizar no significa (o no de momento) tener un robot que te haga absolutamente todo, pues como decíamos en otras ocasiones, todavía no estamos preparados para ello y probablemente no sería rentable.
La automatización en la agricultura hace referencia a esas nuevas técnicas que permiten tener todo más controlado y programado o preparado para actuar por sí solo ante diversas situaciones. Por ejemplo, poder hacer que el riego varíe solo adaptándose a las necesidades y a las predicciones de la lluvia/humedad del suelo es un caso práctico de esa automatización.
Por otro lado, dicha automatización en la agricultura también hace referencia a todos los implicados en la producción agrícola, automatizar los procesos de las empresas de sensores, por ejemplo, es también un ejemplo de ello y forma parte de la modernización del campo.
Ejemplos de automatización en la agricultura
Automatizar puede incluir otras tareas, como el riego, el sembrado, la fumigación, etc. ¿Cómo? Se me ocurre algún ejemplo:
- Riego: Según la información que midan los sensores que tengas instalados, o la predicción atmosférica puedes tener un sistema (mediante caudalímetros por ejemplo) que te permita modificar el riego o bien de forma automática o simplemente desde tu casa. (1er ahorro: tiempo y agua).
Un ejemplo, como hablábamos antes, que también puede integrarse en etapas previas al cultivo, sería el análisis de datos recogidos por los sensores. Eso sería clave por ejemplo para detectar excesos o defectos de riego en el cultivo y por tanto poder notificar o incluso actuar automáticamente para solventar ese problema.
Técnicas como el Machine Learning, Inteligencia Artificial, IoT o Big Data son claves en estos procesos de predicción.
- Sembrado: La monitorización de tractores u otra maquinaria agraria mediante GPS (da para mucho este campo) permite sembrar a cualquier hora, cuando sea mejor para la planta, pues en este caso la visibilidad no sería un factor indispensable.
- Fumigación: ¿Qué tal el uso de drones? Drones del tamaño necesario para que puedan cargar la sustancia fumigadora y que te eviten tener que ir o bien con el tractor o incluso a mano poniendo (en mayor o menor medida) tu salud en peligro.
Todo esto forma parte de una tendencia o técnica llamada agricultura de precisión, que en otras palabras consiste en aplicar lo que necesita el campo sólo donde lo necesita (de ahí la precisión).
Como hemos dicho, la automatización sirve para mil y una cosas y todo es cuestión de imaginarlo, pensarlo y crearlo. No hay que ponerle puertas al campo (nunca mejor dicho).
Impacto ambiental y la sostenibilidad
La automatización en la agricultura no solo mejora la eficiencia y la productividad, sino que también contribuye a la protección del medio ambiente y la sostenibilidad. Al reducir el desperdicio de recursos, como el agua y los productos químicos, y al permitir una aplicación precisa de insumos agrícolas, la automatización puede ayudar a minimizar el impacto negativo en el ecosistema y promover prácticas agrícolas más responsables.
En resumen, la automatización en la agricultura no solo es clave para aumentar la eficiencia y la productividad, sino que también juega un papel fundamental en la promoción de prácticas agrícolas sostenibles y respetuosas con el medio ambiente. A través de ejemplos prácticos como el riego inteligente, el sembrado preciso y la fumigación con drones, la tecnología está transformando la forma en que cultivamos nuestros alimentos, impulsando la agricultura hacia un futuro más eficiente y sostenible.
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